domingo, 14 de noviembre de 2010

Esta soy yo*

Agonía, presión, angustia, lágrimas.

Esa era una de las muchas cosas que sentía dentro de sí sin saber por qué, cuestionamientos pasan por su mente, miles de preguntas que no tienen respuestas, cosas que no comprende, que dividen sus decisiones sin llegar a nada. No coordinar lo deseado con lo que es mejor.

No se comprende, tiene la valentía, la confianza en si misma esta vez, pero no es capaz de utilizarla para su propio provecho. Creí que podía ser insensible ahora, que podía dejar sus sentimientos a un lado por esta vez, pero no, no fue así porque las lágrimas salieron la confusión comenzó y al igual que antes llego a la misma conclusión: no saber que hacer.

Controla aquello demostración interna de su ser y sólo se mira al espejo.

— Es inútil llorar cuando nadie te abraza, es algo de nunca acabar —se dice a si misma frente al espejo.

Se desconoce por un segundo, por otro se ve a sí misma y piensa en voz alta contestándose, como dos partes de ella que sólo quieren llegar a un acuerdo lo cual no parece ocurrir.

— Sabes lo que debes hacer, no necesitas a nadie ahora, ¿Por qué sigues sufriendo? —te dices cada segundo y no encuentras respuesta.
Y entre cada frase y palabra que resuena en tu mente a cada instante reconoces y ves imágenes de todas esas personas que influyen en tu nueva forma de ser. Que te transformaron en lo que ahora eres, que parecía gustarte, pero no te llena, te hace sentir vacía que te perdiste a ti misma y tu propia esencia. Sabes que no es cierto, pero sientes así, estas desorientada, perdida y ya no sabes que más hacer.

Te cuestionas cada decisión tomada, las que piensas tomar; si están bien o están mal, no lo sabes, buscas la correcta y no eres capaz de verla cuando te golpea el rostro a cada instante, la ves un segundo y desechas la idea. Miras dentro de ti cosas que jamás creíste hacer, que haces y dices están mal, pero estas disfrutando hacerlas.

Te miras fijamente a los ojos frente a les espejo mientras haces un gran silencio dentro de ti. Esa eres tú ahora, acostúmbrate por que ya no hay vuelta atrás, querías madurar y ahí lo tienes, deja de pensarlo, deja de cuestionarte las cosas es así y ya. No medites tanto tus decisiones porque puedes pensarlas tanto que llegas a errar, sin embargo eres lo suficientemente inteligente para no ser precipitada.

Tomas aire, distraes tu mente y piensas en positivo dando te cuenta que no necesitaste de nadie esta vez para solucionarte.

2 comentarios:

  1. Asumi:

    Primero que todo, espero que ese ánimo ya haya pasado :c y ojalá ya estés mejor :D
    Ahora, me gustó bastante la idea de tu minicuento y está bueno, pero así como crítica I must say que a veces se te mezclan un poco los pronombres x3 Hay partes escritas en 3ra persona, y otras en 1ra... Pero bueno, es de esas cosas que a uno se le pasan al escribir, no?
    Sigue perfeccionándote *-* Al final escribir ayuda bastante.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Parece más una reflexión que un microcuento sinceramente. La prosa es por lo menos pulida, cohesionada y coherente; como reflexión está muy buena, como microcuento no me llama la atención precisamente por la falta de trama, aunque caracterizas psicológicamente bien al personaje (creo es algún tú presente o pasado); no hay contexto en absoluto.
    Por otro lado, me gusta la retórica que logras en algunas frases, es bella c: Sigue escribiendo, suerte & ánimo :K

    Diego Alonso

    ResponderEliminar

Todo comentario se agradece, sobre todo si es con contenido y no sólo vienes a buscar seguidores, sino que comentas más veces luego (:

Gracias por darte el tiempo de dejarme una "Brisa del viento a mi oído"


ir arriba cursor by hikariyummi