Meditaciones de final de año,
como siempre, jamás me han gustado; encuentro que por un pesimismo propio es
deprimente ver que no cumplí todas mis metas. Más que las cosas buenas. Aunque
eso cambia escribiéndolo al mismo tiempo.
Se ha generado y dado el
inicio a una nueva etapa de mi vida; universidad, madurez y búsqueda de
independencia, son los hechos que la han marcado. La universidad pudo dárseme mejor.
Nunca me sentí preparada
realmente –tampoco es como si todo el mundo entre preparado a la universidad, después
de todo-. Sin embargo, el interior de mi creí que lo haría mejor en medio de la
presión. Fui descuidada, me confié más de una vez y cuando me esforcé fue
demasiado tarde. Pero a pesar de ello, no me he retrasado y no he tenido
problemas con la carrera en sí misma, solo aquello que es conocimiento de
bachillerato “básico” que no tiene trascendencia en mi carrera. Superé la
prueba personal con respecto a mi primer ramo de educación, con dificultades en
un principio, pero repuntando finalmente.
Madurez, a fines del año pasado noté como iba madurando. Hoy, realmente considero que es un hecho. Los infantilismos que antes me caracterizaban demasiado, son esporádicos y jugueteos de mi parte. Las vestimentas han cambiado de tipo y estilo, ahora hasta me ha dado por aprender a usar zapatos de taco en verano por estética, quién lo diría ¿no? Puedo discutir y controlar mis sentimientos, ser más objetiva, no dejarme llevar en exceso y pensar antes de actuar –aunque obviamente eso no siempre es en todos los casos y no quiere decir que siempre de buenos resultados-.
Madurez, a fines del año pasado noté como iba madurando. Hoy, realmente considero que es un hecho. Los infantilismos que antes me caracterizaban demasiado, son esporádicos y jugueteos de mi parte. Las vestimentas han cambiado de tipo y estilo, ahora hasta me ha dado por aprender a usar zapatos de taco en verano por estética, quién lo diría ¿no? Puedo discutir y controlar mis sentimientos, ser más objetiva, no dejarme llevar en exceso y pensar antes de actuar –aunque obviamente eso no siempre es en todos los casos y no quiere decir que siempre de buenos resultados-.
Y fuera de esto, me he
planteado la búsqueda de mi propia independencia, obviando las circunstancias
complejas y ridículas.
Perdí, gané, perdí y volví a
ganar a finales, para caer en dudas que deben aclararse. Espero y tengo
esperanzas de lo mejor, a pesar de lo pesimista que puedo ser por una mala
señal.