Frustración.

Es horrrible cuando sientes que algo te quema por dentro, que te produce dolor, un dolor que uno mismo se hace ilógicamente y que tratas de detener, sin embargo, te sigues dañando más cada vez. Sólo te ves defectos a cada instante, tratas de no pensar más pero es peor.

No deseo tirar la toalla, es una opción que no quiero tomar por más que se haga presente en mi mente. Puedo consto, pero el dolor me acongoja ahora, no sé si debo dejarlo salir porque me lo tengo prohibido. Quisiera no demostrarlo, pero mis ojos siempre me delatan, mis palabras solas salen de mi boca y a la vez te daño. Lo siento mucho, sé que te cargan mis disculpas y tambien te pido que me perdones por eso porque por más que he tratado no puedo hacer más que eso, además de seguir contigo.

Me voy a tomar un último respiro esta va a ser la última vez que muestre mi sufrimiento, que te diga algo con respecto a esto. Me alejaré de ti, me aclaré y aprenderé de tu frialdad, espero me extrañes bastante, sino no esperes que vuelva. Seré independiente a la fuerza y dejaré que estas cosas no me acongojen, no porque no te ame, sino por que me hace mal: nos hace mal.

Las lágrimas me amenanzan con salir, pero me la voy a tragar, me ocuparé de lo que deba y despejaré mi mente. No dejaré que esta frustación me gane, no esta vez.

Perdoname por no ser como esperas, no conseguir lo que anhelas de mi, pero seguiré haciendo lo que pueda por que eres lo más valioso que me queda.